30 mayo, 2012
El tiempo expandido
Si el tiempo arruina la imagen, esta imagen arruinada también interrumpe el movimiento del tiempo, de un modo que no tiene la forma del tiempo, sino más bien la forma de la interrupción del tiempo, la forma de una pausa, de una explosión. Esta imagen arruinada hiere la forma del tiempo, lo suspende y trastorna. Pero como el tiempo (y todo el tiempo) puede ser trastornado de este modo, el tiempo en si quizá es una forma de locura. Como la imagen, nunca es idéntico a si mismo. Sólo puede ser lo que es al dejarse a sí mismo, al abandonarse a sí mismo. Es irrepresentable. Nunca algo, nunca una cosa, nunca esto o aquello, es lo que nunca está presente.
25 mayo, 2012
Ventana sobre el adiós.
No podía dormir. Él había guardado todos los sueños juntos, en una bolsa de supermercado, y la bolsa se había abierto y los sueños se habían escapado, y él ya no podía dormir porque no tenía ningún sueño que soñar.
Eso decía. También decía que se le habían perdido los días, un lunes y un martes, y él los buscaba, desesperado, y esos días no estaban en ningún lugar.
No fue breve la agonía. Cada vez tenía menos aire. Al final, crucificado por las sondas, sólo conseguía balbucear.
-Que repecho tan largo.
Y se murió, sin encontrar los sueños ni los días que había tenido y se le habían ido.
Poca cosa más había tenido. Fernando Rodriguez nunca quiso tener. Fue dueño de nada, hombre desnudo; y desnudo anduvo, perseguido por los niños y los locos y los pájaros.
E. Galeano
Eso decía. También decía que se le habían perdido los días, un lunes y un martes, y él los buscaba, desesperado, y esos días no estaban en ningún lugar.
No fue breve la agonía. Cada vez tenía menos aire. Al final, crucificado por las sondas, sólo conseguía balbucear.
-Que repecho tan largo.
Y se murió, sin encontrar los sueños ni los días que había tenido y se le habían ido.
Poca cosa más había tenido. Fernando Rodriguez nunca quiso tener. Fue dueño de nada, hombre desnudo; y desnudo anduvo, perseguido por los niños y los locos y los pájaros.
E. Galeano
24 mayo, 2012
17 mayo, 2012
15 mayo, 2012
Resuena el movimiento de acople entre dos personas, el movimiento repetitivo, como un movimiento natural e inconsciente, como el de un animal acomodandose cerca de otro. La naturaleza y la humanidad se unieron, por unos años o unos segundos pero ya era sabido que la naturaleza y la humanidad no encajan, ni encajaran. Resuena el dolor de no haber sabido ser naturaleza y duele volver a ser parte de esta humanidad.