todas estas noches sueño con un abrazo.
No es un abrazo normal y corriente, era un abrazo que me dabas tu.
De frente, yo con los brazos en la cara mientras te acercas, como asfixiandome a mi mismo para no verte o no creerte, tu rodeandome muy muy fuerte por debajo de los brazos para que no me escape como un pez escurridizo y con la cabeza entre mi pecho a punto de estallar y mi cuello.
Casi me dejas sin respirar, aunque yo me habria muerto ahi mismo, de tu asfixia, de tu fuerza y de tu cuerpo rodeando al mio y de no soltarme nunca.
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